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El Aniversario?????


--Edgar, te olvidaste otra vez!
--¿De qué, Alejandra?
--¡Hoy cumplimos 5 años de casados!
--Pe... pe... pero, ¿cómo me voy a olvidar de eso?
--Quiero que me lleves a cenar, a ver un buen espectáculo y a bailar.
--¡Justamente eso era lo que tenía planeado!
--Bueno, quiero que me lleves al Solid
Gold
--¿Quéeee? ¿Estás loca? ¡Eso es un night club!
--¡ Edgar ! ¡Quiero que me lleves ahí y punto!
Y fueron...

Apenas llegaron, el valet dijo:
--Buenas, ¿cómo le va caballero? ¡Qué bueno verlo otra vez!
La mujer saltó sorprendida:
--¿Qué dice éste? Dijo que qué bueno verte otra vez. ¿Has venido?
--¿Yo? ¿Pero estás loca? ¿A este nightclub? Le dicen a todos lo mismo.
Estos lugares son así.

Llegaron con el portero:
--Señor Murillo... ¡Qué gusto!
--Te dijo Señor Murillo... ¡Te conoce!
--¿Ehhh?... Y cómo no me va a conocer, si este tipo trabaja en el
edificio de mi oficina.
Es el electricista del edificio

Ya adentro, los recibió Alex, el gerente:
--¿Cómo esta Lic. Murillo? ¿La mejor mesa, como siempre,verdad?.
--¿Este también es electricista en tu oficina Edgar? ¡Te voy a matar!
--No... ehh... no, este señor me conoce porque es el que me vendió la Ford
Explorer que te compre.

--Edgar, me estás...

En ese momento apareció la vendedora de cigarrillos:
--¡Mi Reeeeeeeeyy! ¿Te doy tu Cohiba? ...
La cigarrera se puso el habano entre los pechos:
--¡Méteme la manita, mi amor, y saca tu habanito!

Alejandra estaba a punto de matar a su marido cuando se apagaron las
luces.

Edgar y su mujer se sentaron y empezó el espectáculo. Apareció una mujer
super sensacional que empezó a hacer un strip-tease. Cuando se quedó solo
con la tanguita se acercó a la mesa de Edgar y, cariñosísima, preguntó a
toda la concurrencia:

--Y ahora, ¿quién me va a sacar la tanguita?

Todos los presentes gritaron a coro:
--¡Se ve, se siente, Edgar con los dientes!
--¡Se ve, se siente, Edgar con los dientes!

Alejandra no aguantó más. Salió corriendo y se metió en un taxi.

Edgar la siguió dentro del vehículo. La mujer empezó a pegarle y trató de
arrojarlo fuera.
--¡Eres el hijueputa más grande de toda la historia!
Alejandra se sacó un zapato e, histérica, comenzó a pegarle en la
cabeza y a gritarle groserías. El taxista se dio la vuelta y dijo:
--Mire que hemos llevado p#tas locas..., Don Edgar... ¡Pero, como esta,
¡Ninguna!